Para las primeras horas de la tarde se espera la resolución del Órgano Disciplinario de la Liga Nacional de Futbol respecto al grave incidente suscitado en el partido entre Cobán Imperial y Guastatoya.
Guatefutbol.com ha conocido el pensamiento de las personas ligadas a este deporte y pareciera haber unanimidad respecto a que se debe otorgar la victoria al equipo Pecho Amarillo, ya que el partido fue suspendido de manera definitiva por una agresión al árbitro, que recibió un botellazo lanzado por un aficionado cobanero.
En lo que no se ponen de acuerdo las personas consultadas es en el monto de la multa, ya que pueden aplicarse varios artículos y las cifras son diferentes en cada uno de ellos.
Por aparte, desde Cobán y en algunos medios de comunicación se argumenta que: “como el árbitro no escribió en su informe que hubo falta de garantías”, entonces el partido debe considerarse legal, ya que se habían jugado 85 minutos, y dejar el marcador 0-0.
Una decisión como esta, que cabe en lo posible porque estamos en Guatemala y aquí todo puede suceder, dejaría la puerta abierta para que en el futuro presenciemos la repetición de un incidente tan grave como este.
Un ejemplo podría ser un partido que tenga un marcador apretado a favor del local, pero el visitante esté presionando en busca del empate. En “auxilio de su equipo” un aficionado puede agredir al árbitro y el juego se dará por terminado y el marcador no tendrá alteración. Así de aberrante; así de sencillo.
Cabe señalar que el hecho de que lo acontecido en Cobán sucedió en el minuto 85 es una casualidad, porque pudo haber pasado en el 80 o en el 90 y la gravedad del incidente no cambia, por lo que no hay que basarse en el tiempo para tomar una decisión, sino en el hecho en sí.
Cobán Imperial hizo un gran partido y mereció ganarlo, pero su dispositivo de seguridad falló, siendo lo peor que si se le castiga solamente con una multa, más temprano que tarde veremos repetirse hechos como este, especialmente en canchas que no reúnen las condiciones mínimas para proteger a los árbitros.
Por ahora no queda más que esperar y los dos equipos deben respetar la decisión del Órgano Disciplinario, el que confiamos actuará apegado a derecho y sin presiones de ningún tipo, pero también teniendo en mente la importancia de su fallo, no solo por ser una semifinal, sino porque lo que decidan puede ser en el futuro un precedente para bien o para mal.