En los últimos días diversos sectores se han expresado en relación a las modificaciones a la Ley para el Desarrollo de la Cultura Física y del Deporte, exhortando al Congreso de la República a aprobar las mismas para que sea levantada la suspensión internacional del futbol de Guatemala.
De alguna manera se ha ejercido una presión sobre los diputados, a quienes se ha hecho aparecer como los villanos de la película, sin darse cuenta que el texto actual de la ley permite que el futbol siga las directrices de FIFA en todo aquello que mande su estatuto y choque con las normas internas, por lo que, la verdad sea dicha, no se necesitan más cambios a la ley del deporte, y menos si estos discriminan a las otras federaciones, por lo que pueden ser catalogados como inconstitucionales.
Lo que necesita el futbol es poner en vigencia el Estatuto que tiene el respaldo de FIFA, renunciar a la millonaria asignación económica de la CDAG y, con la tutela de su propia comisión electoral, convocar a la elección de un nuevo Comité Ejecutivo en el que no tengan participación como candidatos ni como electores ninguno de los 34 títeres que provocaron el problema, y mucho menos su patrón.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 21 de marzo. Ese mismo día, el Congreso aprobó de urgencia nacional las modificación a la Ley del Deporte, las cuales aún no han sido sancionadas por el Presidente de la República.