Londres, 1 Mayo 2020 (AFP) – En Escocia, Bélgica o Países Bajos, una cascada de procesos amenaza a aquellos campeonatos que han decidido dar por acabada la temporada por la pandemia del nuevo coronavirus, con los clubes que se han quedado fuera de Europa o han descendido como principales víctimas de una decisión que consideran arbitraria.
La Federación Holandesa (KNVB) fue la primera en dar oficialmente por acabada la temporada, sin designar ni campeón ni descensos, con el Ajax y el AZ Alkmaar, colíderes en el momento de la suspensión aceptando no otorgar el título fuera de las canchas.
Pero el resto de equipos no está de acuerdo con las decisiones tomadas, empezando por el FC Utrecht, que se ha visto fuera de las competiciones europeas para la próxima temporada cuando era 6º en el campeonato, a tres puntos del 5º puesto clasificatorio y con un partido menos, y se había clasificado para la final copera contra el Feyenoord.
«Vamos a utilizar todos los recursos posibles para oponernos a la decisión de la KNVB», declaró a la prensa neerlandesa el propietario del club Frans van Seumeren.
La decisión federativa también ha encontrado opositores en la segunda división, donde el Cambuur Leuwaarden y el De Graafschap, que tenían prácticamente asegurado el ascenso a la Eredivisie, se encuentran de la noche a la mañana sin el deseado objetivo.
El Cambuur ha decidido llevar el caso ante la justicia, criticando «la falta de transparencia de la KNVB» con una decisión «contraria a la ética deportiva» que privará al club de unos «ingresos estimados en 1,5 millones de euros» en caso de ascenso.
La ausencia de ascensos es «el mayor escándalo de la historia del fútbol holandés», clamó el entrenador del club Henk de Jong.
El De Graafschap ha tomado la misma decisión y ha contratado para ello al mismo abogado, el afamado Dolf Segaar, que ya ha logrado ganar varios pleitos a la Federación.
Pero según varios expertos, estos procesos tienen pocas chances de prosperar. «Un juez en Holanda no tiene en cuenta los aspectos deportivos, juzga ante todo el procedimiento», declaró a la agencia de prensa ANP Marjan Olfers, especialista en derecho deportivo.
– El lío escocés –
En Bélgica, la decisión de cancelar la temporada debe ser votada el 4 de mayo, pero ya se han identificado varios puntos de fricción, como la final de copa, que el Amberes desea jugar a toda costa contra el FC Brujas, ya que la victoria clasificaría al club para la fase de grupos de la Europa League.
En cuanto a Escocia, la Liga (SPFL) pensaba haberlo hecho todo bien cuando sometió al voto de 42 clubes el proyecto que prevé la suspensión definitiva de la temporada de las tres categorías inferiores y otorgándose el poder de cancelar la Premiership si fuese imposible reanudarla.
La decisión debía recibir el aval del 75% de los clubes de cada una de las divisiones para que fuera adoptada, pero por un increíble cúmulo de circunstancias ha sumido al fútbol escocés de un lío mayúsculo.
Aparentemente, el voto negativo del Dundee FC no fue recibido por la SPFL porque el mail acabó en la carpeta de correo no deseado, y cinco días después, el club cambió de opinión y votó todo lo contrario.
Una primera auditoría, realizada por el gabinete Deloitte, llega a la conclusión dio sinceridad a un voto que dio más del 80% de apoyo a la moción.
Sin embargo, el Glasgow Rangers, que matemáticamente podía aspirar aún a impedir un noveno título consecutivo de su gran rival, el Celtic, pese a los 13 puntos que separaban a ambos clubes, así como el Hearts of Midlothian y el Stranraer, a los que el voto condena a descender a la segunda y la cuarta división, respectivamente, reclaman una nueva investigación independiente, acusando a la SPFL de haber ejercido presión sobre algunos clubes.
El Glasgow Rangers ha prometido presentar pruebas «irrefutables» de «acoso» efectuado por la SPFL antes de una asamblea general que se anuncia explosiva para el 12 de mayo.