París, 1 Mayo 2020 (AFP) – Limitar las pérdidas económicas, tener éxito en el lanzamiento de Mediapro como difusor televisivo y reformar su gobierno. Tras decretar la suspensión definitiva de la edición 2019-2020, la liga francesa debe resolver varias ecuaciones complejas para la próxima temporada.
Pasada la página de la inédita temporada 2019-2020, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) francesa tiene como objetivo regresar «el 22 y 23 de agosto, como muy tarde».
– ¿Qué pasa con las finales? –
«Si el gobierno nos permite volver a jugar, incluido a puerta cerrada, examinaremos las posibilidades de jugar a principios de agosto las finales de la Copa de la Liga y de la Copa de Francia, en colaboración con la federación (francesa) y la UEFA», señaló el director general de la LFP Didier Quillot.
Jugar o no estas finales determinará el futuro de los clubes franceses en la Liga Europa. Tras la decisión tomada el jueves por el consejo de administración de la LFP de cerrar la clasificación, los billetes para la segunda competición continental son para Lille (4º), Niza (5º) y Reims (6º)
Pero Saint-Etienne, si gana la Copa de Francia, y Lyon, si logra la Copa de la Liga, podrían ‘robar’ las plazas de los dos últimos.
«La dificultad para Saint-Etienne, Lyon, Reims y Niza es que si se hace como está previsto, vamos a tener que esperar al último momento para saber si se juega o no en Europa. En términos de presupuesto, de mercado, no es sencillo», señaló el presidente del Niza Jean-Pierre Rivère.
Entre la suspensión de la Ligue 1 a mediados de marzo y el esperado regreso en agosto, los clubes tendrán los ingresos paralizados parcialmente (derechos televisivos) o totalmente (entradas), mientras que las cargas salariales o de funcionamiento son todavía muy altas.
«Seis meses sin ingresos, ¿cómo lo hacemos? Como el turismo o el sector aéreo, somos un sector en siniestro», señaló esta semana a la AFP el presidente de un club de la Ligue 1.
Este dirigente confía en una prolongación del paro parcial por parte de los clubes y la conclusión de los acuerdos salariales con los jugadores.
– La aparición de Mediapro –
En el Montpellier se lo toman con serenidad. «Con los fondos limpios y un préstamo, llegaremos hasta agosto. Si en ese momento no tenemos el aporte de Mediapro (nuevo difusor), será un poco más complicado», señaló el martes a la AFP su presidente Laurent Nicollin.
Se ha convertido en la obsesión de numerosos actores del fútbol francés en los últimos días: Enterrar la temporada 2019-20 lo más rápido posible y concentrarse en la siguiente, punto e salida del nuevo ciclo de derechos televisivos (2020-2024), con una cantidad que superará por primera vez los 1.000 millones de euros anuales.
Recién aterrizado en Francia, Mediapro, grupo audiovisual español, ha repetido que su deseo es lanzar su cadena este verano (boreal) y hacer sus primeros pagos, a pesar de las incertidumbres sanitarias sobre el calendario.
«Tuvimos una reunión entre la liga y algunos presidentes. Nos pusimos de acuerdo sobre el futuro, pero seguiremos con los mismos parámetros en función del día en el que el campeonato comience», señaló Jaume Roures, socio fundado de Mediapro, en una reciente entrevista con la AFP. «Nada va a cambiar en el acuerdo que tenemos», subrayó.
– Reforma del funcionamiento –
La reforma de la forma de gobernar de la LFP, organizadora de la primera y de la segunda división, ya había sido iniciada antes de la interrupción por la pandemia.
Las últimas semanas, agitadas, la han convertido en más urgente. «Pienso en lo que el gobierno de la liga ha vivido con esta crisis», señaló el influyente Jean-Michel Aulas, presidente del Lyon, en una entrevista con la AFP.
«El gobierno en este episodio ha sido discutible, casi la totalidad de presidentes lo piensa», añadió, evocando «decisiones mal abordadas».
Algunos errores fueron reconocidos por su presidenta Nathalie Boy de la Tour. la gobernanza, que comparte con Didier Quillot, «no está hoy a su mejor nivel», admitió.
«Necesitamos simplificar nuestros estatutos. Es un trabajo que se debe realizar», añadió Boy de la Tour, cuyo mandato finaliza en noviembre.