Berlín, 20 Abr 2020 (AFP) – «Esta semana, decisiones importantes serán tomadas sobre la manera en que vamos a proceder» para una eventual reanudación de la temporada, suspendida debido a la pandemia del coronavirus, declaró este lunes Fritz Keller, presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) a la revista deportiva Kicker.
Una decisión sobra la cuestión de una eventual reanudación podría llegar el jueves, tras una reunión prevista en videoconferencia de los representantes de los 36 clubes de primera y segunda división alemanas.
Esta reanudación podría tener lugar el 9 o el 16 de mayo, cuando la DFL está en espera de la luz verde del gobierno de la canciller Angela Merkel.
Pero, cuando las grandes reuniones populares están prohibidas en Alemania al menos hasta el 31 de agosto, una eventual reanudación solo podrá hacerse a puerta cerrada, lo que lamenta Fritz Keller.
La DFL espera, en caso de reanudación, poder terminar la temporada de aquí al 30 de junio para desbloquear un pago de los derechos de televisión, de un valor estimado en unos 300 millones de euros.
Sin este dinero, su presidente teme que «algunos aficionados podrían no asistir a partidos de su club, ya que podría pronto desaparecer».
Sin embargo, algunos aficionados desaprueban este escenario.
«La reanudación del fútbol, incluso en forma de partidos a puerta cerrada, no es justificable», declaró el grupo de aficionados Fanszenen Deutschlands en un comunicado.
«Sería una injuria al resto de la sociedad en particular al personal sanitario», añadió.
Otro punto, abordado el jueves, deberá ser clarificado: los tests para detectar los portadores del virus, a los que los jugadores y los miembros de los equipos técnicos de los clubes deberán someterse.
Según la prensa, harían falta 20.000 tests, normalmente reservados a los enfermos y al personal sanitario, para acabar la temporada de Bundesliga.
El fútbol está parado en Alemania desde el 13 de marzo, debido a la pandemia del coronavirus, que ha causado la muerte en el país de más de 4.000 personas y ha infecto a más de 140.000, según el último recuento del Robert Koch Institut.