Como suele hacer, el aficionado se paseaba cerca de su casa en Nea Philadelphia, en la periferia de Atenas, para ver el avance de las obras del nuevo estadio del AEK, un recinto de 32.000 plazas que debe ser inaugurado el año próximo.
Pero olvidó el certificado de salida y en un control policial fue multado con 150 euros.
Emocionado por esta historia, el propietario del AEK Dimitris Melissanidis, pidió al club que pagara la multa y, además, ofrecerle un abono para la próxima temporada, según la web Inaek.com.
Los responsables del club contactaron con la hija de este aficionado para que le anunciase la noticia, aunque también para que recordase a su padre que debe respetar las reglas de confinamiento.
«Nos quedamos en casa, en buena salud y nuestro nuevo estadio estará ahí y nos esperará cuando hayamos superado esta prueba», escribió el club.
En Grecia se han detectado hasta el momento 2.011 casos del nuevo coronavirus, con 90 fallecidos.