«Comenzó el 10 de marzo con una pequeña irritación de la garganta», contó al diario Westfalen-Blatt este jugador de 20 años del Paderborn, actual colista de la Bundesliga. «Al día siguiente tenía dolor de cabeza, pero continué entrenando», explicó.
«El 12 de marzo tuve acaloramiento (…) y un día después ya era realmente fuerte. Fiebre y fuertes temblores. En ese momento tuve miedo por primera vez. Necesité cuatro días para que la fiebre bajara y a partir de ahí ya he ido mejor día a día», explicó Kilian.
El jugador envió en la entrevista un llamamiento a la población para que se respeten las consignas sanitarias: «Puedo compartir ahora mi experiencia. Soy un deportista y estoy en forma, pero he tenido que luchar duramente contra el virus. Para la gente que sufre patologías esto puede poner su vida en peligro».
Desde el inicio de su enfermedad, este joven internacional Sub-21 se confinó en casa de sus padres en Dortmund y no fue hospitalizado. Su madre es enfermera.
«Si estuviera solo en Paderborn, sí que habría ido al hospital», señaló.