Dos victorias marcan el inicio de la era de Luis Fernando Tena al frente de la Selección Nacional, por lo que se puede afirmar que el técnico debutó con el pie derecho.
Eso sí, hay que ponerles matices a los triunfos, porque el rendimiento global contra Cuba no fue bueno, lo que se reflejó con la silbatina que despidió al combinado azul y blanco al terminar el partido, mientras que contra Haití hubo algunas cosas que es bueno reseñar.
En la primera parte los caribeños nos hicieron mucho daño con el cambio de ritmo, lo que no solo hizo lucir mal a nuestra defensa, sino que nos puso abajo en el marcador, algo que se remedió con la remontada antes del descanso. En el segundo período pareció que la intención era ganar a toda costa, por lo que mantuvimos un bloque medio y nos defendimos con el balón, llevándolo de lado a lado sin acercarnos casi nunca al área caribeña, pero como la pelota era nuestra, ellos no nos pudieron hacer daño.
Al tiempo de destacar la actuación de Carlos Mejía, es bueno darnos cuenta de que ninguno de los delanteros anotó en los dos partidos y que nadie surge aún como un líder, no para el brazalete, sino para ser la extensión del técnico dentro de la cancha.
Esta nota de opinión también fue publicada en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 30 de marzo.