Esta expresión es muy utilizada en España para hacer ver que existe competencia en la parte alta de la clasificación, en donde dos o más equipos pelean por la corona de la Liga de Futbol Profesional.
Lo cierto es que unas pocas semanas atrás el Atlético de Madrid parecía caminar hacia la corona sin ninguna oposición, a pesar de caer en el Derbi y dejar una mala impresión en el mismo, pero en los demás encuentros lucía muy fuerte y eso le hizo tomar una ventaja de más de diez puntos que parecían irremontables, pero el equipo de Simeone se desmoronó, comenzó a dejar unidades en el camino, mientras Real Madrid, Barcelona y Sevilla apretaron desde atrás y, como queda claro en el código promocional caliente, ahora el destino de la Liga parece absolutamente incierto.
Y es que la diferencia entre el primero y el cuarto es de siete puntos con catorce fechas por delante, lo que deja abierta la puerta para cualquier cosa, sobre todo por la irregularidad de los equipos.
Ya hablamos del derrumbe del Atlético, por lo que ahora corresponde hablar del increíble repunte del Real Madrid, que con medio equipo en la enfermería acortó la diferencia a solo tres puntos, aunque tiene un partido más, pero prácticamente le está respirando en el cuello a los colchoneros. El equipo blanco no hace un futbol vistoso, pero es muy efectivo, y con solo doce o trece jugadores del primer equipo le ha hecho frente a esta parte de la temporada, sacando resultados positivos que lo metieron de nuevo en la pelea por el título.
El Barcelona, por su parte, ha sido una montaña rusa incluso contra equipos que en el papel son débiles, estrellándose la mayor parte de veces contra los fuertes, pero a pesar de eso está a cinco puntos de los de Simeone, eso sí, también con un partido más. De cualquier forma, si de números se trata, los catalanes tienen vida en la Liga pero dependerá de que alcance cierta regularidad en lo que resta de temporada para validar sus posibilidades.
Para ponerle más sal y pimienta al cierre del campeonato está acechando el Sevilla, a siete puntos del líder pero con un rendimiento colectivo muy bueno y, sobre todo, puntuando contra los que están arriba, lo que les da una oportunidad real de remontar en la tabla.
Esta maraña puede comenzar a desenredarse en las próximas fechas, porque este sábado Sevilla recibe a Barcelona y, de ganar los de Lopetegui, no solamente aumentarán sus posibilidades de discutir el título con los dos capitalinos, sino también dejarán sin ninguna opción a los de Ronald Koeman. Si sucede a la inversa, el Sevilla perderá algunas opciones, pero el partido que tiene atrasado se las puede devolver.
Otro juego de pronóstico reservado será la visita del Atlético a Villarreal, y tampoco el Real Madrid la tendrá fácil al recibir a la Real Sociedad, por lo que la Jornada 25 puede poner todo de cabeza.
Por si fuera poco, el 7 de marzo se jugará el Derbi en el Wanda y, a como están las cosas, ese duelo entre Simeone y Zidane puede dejar marcado el destino de la Liga.
Ciertamente, casi todos los equipos españoles se han visto superados por sus adversarios en la Liga de Campeones, lo que habla de una notable disminución del potencial de una Liga que dominó ampliamente en los años recientes, pero que ahora compite cada vez con más dificultad contra los equipos de Alemania e Inglaterra, sin descontar al PSG, pero en lo interno se está viviendo un campeonato apasionante como hace mucho tiempo no se veía, porque ahora mismo hay cuatro equipos involucrados en la disputa del título y eso hará que la atención y las emociones se mantengan hasta las jornadas finales de la Liga de Futbol Profesional de España.
Fotografía: Atlético de Madrid