El campeonato sufrió una drástica modificación por los casos positivos.
Esta semana el futbol guatemalteco se vio envuelto en un escándalo una vez más, luego que se diera a conocer que Deportivo Sanarate reportó 17 casos positivos de coronavirus, por lo que todo el plantel deberá guardar una cuarentena de 15 días y esto implicó que se modificará el calendario del torneo.
A mi punto de vista una situación como esta tardó en suceder, primero porque la situación del país con respecto a la pandemia no ha mejorado, bueno, las autoridades han dado datos que supuestamente son buenos, pero es obvio que la realidad es otra.
Además, en lo deportivo no consta que los clubes estén haciendo a conciencia las pruebas a los planteles o que se estén dando a conocer sí realmente hay contagiados en los equipos.
Pero lo que es cierto, es que la situación con el Covid-19 es crítica en Guatemala y como cualquier persona, los futbolistas están expuestos a contagiarse, por ende, cualquier descuido repercute en todo el equipo.
Afortunadamente los futbolistas son personas que están bien de salud y su sistema inmunológico está más fuerte que cualquier persona, pero ellos deben pensar en sus familias, porque no tienen la misma condición física.
Espero que el caso de Sanarate, como el de Kenderson Navarro de Municipal de hace unas semanas, sirva para que las autoridades de la Liga Nacional tengan un mejor control sobre las pruebas de hisopado que se están haciendo.
También para que los clubes tomen sus debidas precauciones y como ya lo dije, que los jugadores tengan como prioridad cuidar la salud de sus seres queridos.
Foto: Omar Solís
Este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la opinión de Guatefutbol.com
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