Lisboa, 18 Ago 2020 (AFP) – Regreso perfecto: Ángel Di María, suspendido en cuartos, reapareció este martes en semifinales ante el Leipzig (3-0) para ofrecer al Paris SG una clasificación para la final de la Liga de Campeones en su jardín de Lisboa, el Estadio da Luz, donde brilló en el pasado con el Benfica y el Real Madrid.
El argentino de 32 años abandonó la capital portuguesa hace diez años, pero es como si nunca se hubiese ido. En el recinto del Benfica, club en que comenzó su aventura europea (2007-2010), el volante argentino ofreció otro recital de fútbol.
¿Un lanzamiento de falta lateral sin ‘a priori’ demasiado peligro? Ahí apareció la zurda del ‘Fideo’ para poner un centro con rosca para que su futuro capitán Marquinhos inaugurase el marcador en el minuto 13.
Un pase de Neymar de taquito en el corazón del área, y aparece Di María para anotar el 2-0. Minuto 42. ¿Juan Bernat está solo en el primer palo? Di María lo ve, centro milimétrico y 3-0. Minuto 56. De nuevo con su zurda para la historia.
En menos de una hora Di María sacó a relucir sus mejores cualidades, y sin desatender las obligaciones defensivas que su entrenador Thomas Tuchel exige de él, y que alivian el trabajo del tridente de la medular del conjunto parisino.
– Icardi y Sarabia damnificados –
Su partido le habría generado a buen seguro una atronadora ovación en el momento de su salida del terreno de juego en el minuto 86, pero el hecho de jugar a puerta cerrada le privó de ese honor.
Sin embargo, recibió la felicitación del cuerpo técnico parisino al completo.
Porque mientras su compatriota Mauro Icardi se había mostrado prácticamente desaparecido el miércoles pasado en cuartos de final ante el Atalanta (2-1), o mientras el español Pablo Sarabia apenas creó peligro contra los italianos, Di María afrontó con brío todas las situaciones, seis días después de haber visto desde las gradas -sancionado por acumulación de amarillas- la agónica victoria de su equipo.
Como si el césped lisboeta se adaptase a la perfección a sus botas. El ex de Rosario Central, se erigió ganador en ese estadio de su última ‘Orejona’, con el Real Madrid en 2014 -la famosa ‘décima’ de los ‘merengues’- al término de una prórroga (4-1) tras la que fue elegido el hombre del partido.
– Fin a las desilusiones –
Como si los astros se hubiesen alineado para llevar hasta Lisboa a un jugador que desde 2014 vivió una desilusión tras otra con las finales perdidas con la ‘Albiceleste’ en el Mundial (2014) y en la Copa América (2015, 2016), o las campañas europeas malditas del PSG desde su llegada en 2016.
Sin olvidar su paso catastrófico por el Manchester United, donde los aficionados de Old Trafford no pudieron apenas disfrutar del talento del ‘Fideo’.
Con el conjunto parisino, tanto en la remontada sufrida ante el FC Barcelona en 2017, y en la posterior contra el United en 2019, Di María había brillado en sendos partidos de ida para desaparecer en los de vuelta, al igual que muchos de sus compañeros.
«Es un jugador muy decisivo, marcó muchos goles importantes para el club. Ganó la Liga de Campeones y jugó tres años en el Benfica. Es un jugador importante, evidentemente», afirmaba antes del partido su excompañero en el Manchester United Ander Herrera.
Di María se halla por méritos propios en la élite del fútbol mundial. Y es por casualidad que la noche del martes superase las estadísticas de otra leyenda: el argentino adelantó al español Andrés Iniesta en la clasificación de mejores asistentes de la Champions, con 27 ‘regalos’ de gol. Desde la temporada 2003-2004, sólo dos jugadores lo han hecho mejor: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
«Sólo estamos a un paso de llegar aún más lejos en la historia del club», lanzó después del partido. En el Estadio da Luz, el domingo, Di María podrá brillar otra vez.
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