Berlín, 10 Ago 2020 (AFP) – Las autoridades sanitarias alemanas no tienen como prioridad el regreso del público a los estadios de fútbol y parecen reticentes a validar el protocolo sanitario propuesto a este fin por la Liga Alemana de Fútbol (DFL).
«No hemos previsto pronunciarnos sobre el protocolo sanitario de la DFL», declaró la presidenta de la conferencia de ministros regionales de Sanidad, Dilek Kalayci, en el diario Berliner Morgenpost de este lunes, añadiendo que «el fútbol profesional no está en lo alto de la lista de prioridades de los ministros de Sanidad».
En Alemania, un país federal, los Länder (Estados regionales) son responsables de las medidas de prevención contra el nuevo coronavirus. Los ministros de Sanidad deben reunirse el lunes para hace balance de la progresión de la pandemia.
A principios de agosto, los 36 clubes profesionales alemanes de primera y segunda división llegaron a un acuerdo sobre un modelo propuesto por la DFL para permitir el retorno de los aficionados en los estadios a mediados de septiembre.
Entre las medidas propuestas aparecían la prohibición de localidades para estar de pie, la venta de alcohol en los recintos hasta octubre así como los desplazamientos de aficionados para los partidos fuera hasta fin de año.
Para Kalayci, es evidente que «nadie puede descartar ni controlar grandes aglomeraciones y el consumo de alcohol antes y después de los partidos».
La Federación de Médicos Alemanes, el ‘Marburger Bund’, se mostró también en contra de la reapertura de las gradas. «El peligro de contagio masivo sería real», aseguró su presidenta, Susanne Johna, en el periódico Neue Osnabrücker Zeitung.
La pasada primavera boreal, las autoridades regionales adoptaron un protocolo de higiene y de seguridad elaborado por la DFL y la Federación Alemana de Fútbol (DFB) para la reanudación de los partidos a puerta cerrada. Un protocolo que funcionó perfectamente y que sirvió de modelo en toda Europa.