Buenos Aires, 4 Ago 2020 (AFP) – El fútbol argentino dio este martes el primer paso en su retorno a las canchas, al recibir el permiso del gobierno para comenzar entrenamientos el 10 de agosto, tras casi cinco meses de suspensión a causa de la pandemia de Covid-19.
El gobierno del presidente Alberto Fernández aprobó este martes los protocolos sanitarios para la reanudación de las prácticas y autorizó de manera escalonada los entrenamientos de los clubes de la Liga Profesional de primera división y de la Primera Nacional (segunda).
En este contexto, el lunes 10 de agosto podrán empezar las prácticas los equipos de primera división, entre ellos Boca, River, Racing y Defensa y Justicia, que disputan la Copa Libertadores, junto con Tigre, el único equipo del ascenso que participa en el torneo continental, mientras que el resto lo hará a partir del 2 de septiembre.
En la reunión que se realizó en la Casa Rosada (gobierno), en la que se decidió la reapertura, participaron el Jefe de Gabinete de Ministerios, Santiago Cafiero, los ministros de Salud, Ginés González García, y de Turismo y Deporte, Matías Lammens, y por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) el presidente Claudio Tapia y el secretario Víctor Blanco.
El protocolo sanitario establece que en los primeros días sólo se realizarán trabajos físicos divididos en grupos de hasta seis futbolistas, y también se prevé que lleguen cambiados a los lugares de entrenamiento, que se mantenga el distanciamiento social y que se comparta el menor tiempo posible en vestuarios, además del empleo de sanitizantes.
Otro punto central será el de los testeos y controles a los planteles, que se resolvió cuando la AFA comenzó las gestiones para adquirir los equipos de análisis para distribuir entre los clubes.
– Burbuja sanitaria –
El torneo de primera división del fútbol argentino aún no tiene fecha prevista de regreso tras la cancelación de la Copa Superliga, que comenzó a disputarse en marzo y de la que ni siquiera llegó a completarse la primera fecha.
En cambio, sí están urgidos de regresar los equipos que participan en la Copa Libertadores, que tendrán poco más de un mes para ponerse a punto, ya que el 17 de septiembre deberán jugar sus primeros encuentros, con la misión de llegar a la par de sus rivales, que en la gran mayoría de los casos ya retomaron la actividad oficial, como sucede en Brasil y Paraguay.
En el caso de los clubes que participan en la Copa Libertadores, se prevé que el regreso será con una pretemporada que incluirá una especie de «burbuja sanitaria», similar a la que se dispuso en la liga estadounidense (MLS) en sus predios habituales de entrenamiento.