Roma, 23 Jul 2020 (AFP) – Marten De Roon, Hans Hateboer, Robin Gosens, José Luis Palomino, Remo Freuler o Berat Djimsiti: son jugadores quizás poco conocidos para el gran público, pero todos ellos tienen también un peso importante en el Atalanta, segundo de la Serie A y clasificado a cuartos de final de la Liga de Campeones.
«Todos venimos de abajo. No hay campeones aquí. Lo que tenemos aquí es trabajo y sacrificio», resumió el capitán del equipo de Bérgamo, el argentino ‘Papu’ Gómez, el pasado mes de diciembre, después de la clasificación de su club para los octavos de final de la Liga de Campeones.
El regateador argentino exageraba quizás un poco.
Los colombianos Luis Muriel y Duván Zapata pasaron por clubes importantes como el Sevilla y el Nápoles, respectivamente, mientras que Mario Pasalic jugó en el Mónaco o el Chelsea, y Mattia Caldara en el Milan.
Pero sí es cierto que la gran parte del plantel está compuesta efectivamente por jugadores de pasado modesto, que no parecerían programados para ser el nuevo Neymar o el nuevo Kylian Mbappé.
Durante mucho tiempo, el Atalanta ha sido célebre por la calidad de su centro de formación y en los últimos años ha dado muestras de ser un club especialista en la detección de nuevos talentos y la post-formación.
El club ha apostado por fijarse en mercados poco frecuentados por los ojeadores italianos (Bélgica, Holanda, Suiza….), donde ha encontrado jugadores que se adaptan perfectamente al proyecto de Gian Piero Gasperini.
El Atalanta trajo así a Hateboer desde el Groningen, a Gosens del Heracles Almelo, a De Roon del Heerenveen, a Djimsiti del Zúrich, a Freuler del Lucerna o a Castagne y Malinovskyi del Genk.
Todos esos jugadores, con la excepción de Malinovskyi y De Roon, fueron fichados por pequeñas cantidades y se integraron perfectamente en Bérgamo, impresionando en la gran temporada del Atalanta.
– El homenaje de Van Basten –
Con nueve tantos y ocho asistencias en la Serie A, el alemán Gosens, que juega en la izquierda en el dibujo 3-4-2-1 de Gasperini, es uno de los laterales más eficaces de Europa y uno de los jugadores del equipo al que es fácil imaginar apuntando muy alto.
En el centro de la defensa, Djimsiti se ha impuesto al lado de Toloi, que había pasado sin dejar gran recuerdo por la Roma. y del argentino José Luis Palomino, cuya carrera en Europa se limitaba al Ludogorets búlgaro y al Metz francés.
En el sistema de Gasperini, los defensas centrales suben, los laterales encadenan subidas y bajadas para estar presentes en el área rival y los mediocampistas, artistas del ‘pressing’, parecen estar por todas partes.
Todos estos jugadores con poco nombre en el imaginario internacional son claves para el ritmo y la intensidad del Atalanta, que se está confirmando como uno de los equipos ‘menos italianos’ de la Serie A.
Hace quince días, De Roon recibió incluso el homenaje del legendario Marco Van Basten, que fue su entrenador en el Heerenveen.
«Era el único en saber leer el partido, en comprender cuándo ralentizar o acelerar el ritmo. Era el motor y el cerebro del equipo, el relevo del entrenador en el campo», explicó el tres veces Balón de Oro en un programa de televisión en el que De Roon participaba a distancia mediante una conexión.
Tres días más arde, el holandés del Atalanta, con un físico de Jim Carrey futbolista y que tiene una cuenta de Twitter especialmente humorística, consiguió un bello tanto en el derbi ante el Brescia.
«Voy a tener que hablar más a menudo con Van Basten antes de mis partidos», dijo entonces.
En el horizonte, el París Saint-Germain y los cuartos de final de la Champions en la ‘Final 8’ de Lisboa esperan a este sorprendente Atalanta.
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