Madrid, 7 Jul 2020 (AFP) – «El Barcelona no tira la toalla», escribía el lunes en su primera página el rotativo Mundo Deportivo tras una goleada 4-1 al Villarreal que daba esperanza al equipo y un salvavidas al técnico Quique Setién.
El entrenador cántabro sólo lleva al frente del equipo azulgrana tres meses de competición, pero parecía fuera del club la próxima temporada tras el empate del martes con el Atlético de Madrid.
Tres empates en cuatro partidos, un rendimiento irregular y un vestuario enrarecido parecían pesar contra el técnico barcelonista, aunque la principal alarma saltó con su capitán Leo Messi.
Frustrado con la falta de dirección en el club, Messi ha paralizado las conversaciones para su renovación más allá de 2021 y estaría pensando en irse, según la radio Cadena Ser.
La principal queja de Messi no sería con Setién sino con la directiva del Barça, que bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu, ha sufrido una serie de problemas institucionales fuera del campo y un declive dentro de él.
– Messi tranquilo –
«A Leo lo veo tranquilo, ha dicho muchas veces que quiere retirarse en el Barça», dijo este martes Bartomeu en una entrevista con la radio Rac1, añadiendo que «veo a Leo retirándose en el Barça con otro presidente (Bartomeu finaliza su mandato en 2021) porque seguirá más tiempo».
Con esta marejada a todos los niveles en el Barça, era inevitable que Setién se viera afectado por el movimiento, siendo visto cada vez más como un espectador.
Messi le ignoró tanto a él como a su segundo Eder Sarabia durante una pausa de hidratación contra el Atlético de Madrid, en un desafortunado contraste con los rojiblancos, todos pendientes de Simeone.
Pero, la victoria 4-1 sobre el Villarreal el domingo mostró la imagen de lo que el Barça puede ser con Setién y lo que probablemente buscaba la directiva azulgrana cuando lo nombró en enero.
Dinámico, confiado, con circulación fluida de balón, fue el mejor partido del Barça con Setién y tal vez el más completo de la temporada.
Tras las polémicas de los últimos días, Griezmann salió de inicio, jugó bien y marcó un gol sensacional, combinando instintivamente con Luis Suárez y Messi.
El balón circuló más rápidamente y las ocasiones fueron más regulares, en una mejora del juego tras una serie de encuentros grises en que el dominio del balón no se tradujo en resultado.
Y Setién fue más atrevido, centrando un poco más a Messi por detrás de Griezmann y Suárez, quien fue retirado del campo tras una hora con el resultado todavía no asegurado.
– ‘Quique continuará’ –
Fue una inyección de moral que tal vez llegue demasiado tarde para el Barça, situado a cuatro puntos del líder liguero, el Real Madrid, con doce por jugarse.
Pero, renovó la fe en Setién de Bartomeu, quien visitó al técnico en su casa la pasada semana.
«Quique continuará. Estoy bastante contento con la evolución que estamos mostrando en los partidos pese a los empates», dijo este martes Bartomeu en Rac1.
Destituir a Setién este verano habría sido admitir un nuevo error para el Barça, que tendría que pagar unas indemnizaciones que no puede permitirse y encontrar un nuevo entrenador.
El equipo necesita una renovación en un momento de falta de fondos al tiempo que un cambio de presidente el próximo año ofrece poca seguridad a largo plazo.
Xavi Hernández está a la expectativa, tras firmar un nuevo contrato con el Al-Saad, que supuestamente incluiría una cláusula que le permitiría irse a su antiguo club en cualquier momento.
Setién, al menos por otra temporada, parece la opción más fácil pero nuevos trapiés no ayudarían a Bartomeu ni reconfortarían a Messi, para el que cada temporada es preciosa a sus 33 años.
El Barcelona tiene cuatro partidos ligueros por delante y la Liga de Campeones el próximo mes para levantar una de sus temporadas más decepcionantes de su historia reciente.