Londres, 25 Jun 2020 (AFP) – La pandemia del nuevo coronavirus retrasó tres meses la coronación del Liverpool en la Premier League, pero el trofeo no podía escapar a la superioridad del histórico club, que en el pasado reciente sufrió grandes desilusiones en esta competición.
Todo hincha de los ‘Reds’ que conozca un poco la historia de la entidad ha podido tener un momento de duda sobre la suerte de esta temporada, en la que su club fue desde muy temprano el líder destacado, pero en la que la pandemia del nuevo coronavirus amenazó con una cancelación de la temporada.
¿El destino más trágico iba a cebarse esta vez con el Liverpool, que llevaba treinta años de espera para ser de nuevo rey de Inglaterra? El técnico Jürgen Klopp admitió que llegó a temer esa posibilidad cuando el COVID-19 detuvo el deporte mundial en marzo.
«Comencé realmente a preocuparme cuando la gente comenzó a hablar de una temporada cancelada y en blanco», afirmó Klopp en vísperas de la reanudación de la Premier League, a mediados de junio. «Lo llegué a sentir físicamente porque hubiera sido realmente duro», admitió.
La fiesta con los hinchas tendrá que esperar pero al menos el Liverpool evitó revivir algunos momentos dolorosos de su historia.
. El enfado de Rafa Benítez
Antes de Klopp, que lo logró en 2019, el último entrenador en haber llevado al Liverpool al título en la Liga de Campeones europea fue el español Rafael Benítez, en 2005.
En la temporada 2008-2009, Benítez estuvo cerca de dar al equipo el título nacional tras una auténtica guerra de nervios con el Manchester United de Alex Ferguson, que terminó logrando el objetivo.
En enero de esa temporada, cuando el Liverpool iba líder, el técnico español estalló en una conferencia de prensa que parecía banal, mostrándose muy enfadado contra su rival.
Benítez criticó la actitud de Ferguson hacia los árbitros y el calendario que estimó más cómodo para los ‘Red Devils’, después de que el mítico técnico escocés vaticinara públicamente que el Liverpool iba a tropezar en la recta final del campeonato.
«No me lo creía», escribió luego en una autobiografía Steven Gerrard, capitán del equipo en la época.
«Me agarraba al sofá, con los dedos hundidos en los brazos, sentía vergüenza por él», apuntó sobre cómo se sintió al ver a su entrenador dejándose llevar por las emociones de esa manera tan vehemente.
Tras el incidente, que se hizo muy célebre, el Liverpool encadenó tres empates y, pese a una gran racha en sus últimos once partidos, terminó sin lograr el título, cuatro puntos por detrás del Manchester United.
. El error de Gerrard
Cinco años más tarde, el Liverpool rozó el título, que tuvo incluso más cerca.
Después de once victorias seguidas, el Liverpool dependía de sí mismo a tres jornadas para el final, con Chelsea y Manchester City al acecho.
El Liverpool tuvo un partido para olvidar ante el Chelsea de José Mourinho.
Un pase anodino de Mamadou Sakho a Steven Gerrard pasó bajo el pie del emblemático capitán, que intentó sin éxito corregir el fallo, resbalando. Demba Ba se fue como una flecha y batió a Simon Mignolet.
Ese partido terminó con derrota del Liverpool por 2-0.
El Liverpool seguía con opciones de ser campeón y sobre todo cuando una semana más tarde se puso 3-0 a favor ante el Crystal Palace, antes de explotar en pleno vuelo: ese partido acabó con 3-3 y terminó permitiendo al Manchester City superarle en la tabla por dos puntos.
. Cuando 97 puntos no bastan
El pasado año, el Liverpool batió uno de los récords más dolorosos, el de equipo con más puntos (97) en el campeonato sin lograr el título.
Fue incluso el tercer mayor balance puntos del total del torneo, campeones incluidos, solo superado por el Manchester City y sus 100 puntos de la 2017-2018, y sus 98 unidades de esa 2018-2019.
Pero esta temporada, los hombres de Klopp se sacaran la espina y con 86 puntos tras 31 jornadas parecen aspirar a un récord absoluto de puntos.