Berlín, 15 Mayo 2020 (AFP) – Lo que está en juego es inmenso y supera ampliamente el plano deportivo: el campeonato de Alemania, primera competición importante de fútbol en reanudarse, el sábado, debe probar al mundo entero que el deporte profesional puede vivir con el coronavirus. Pero las incertidumbres son muchas y las certezas pocas.
A las 15h30 locales del sábado (13h30 GMT), el inicio de los cinco primeros partidos de esta nueva era de la historia del fútbol será dado simultáneamente en los cinco estadios vacíos. Estarán precedidos a las 13h00 locales (11h00 GMT) por los partidos de segunda división.
Muchos países, incluido Italia, España e Inglaterra, las otras tres grandes potencias que se plantean reanudar las ligas, seguirán con esperanza y aprehensión la experiencia alemana. Un fracaso hipotecaría fuertemente sus propias posibilidades de convencer a sus gobiernos de dar luz verde.
El partido más atractivo de esta 26ª jornada opondrá al Borussia Dortmund, segundo de la clasificación, a su vecino Schalke, en el muy prestigioso «derbi del Ruhr», a puerta cerrada por primera vez en la historia.
El líder Bayern Múnich y sus estrellas entrarán en pista el domingo a la 18h00 locales (16h00 GMT) en Berlin, en el campo del Union.
Será un regalo para los hinchas de todo el mundo ávidos de fútbol.
«Si la Bundesliga es el único campeonato retransmitido en la tele en el mundo, supongo que vamos a contar los telespectadores por miles de millones», se entusiasma el presidente del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, que ve una formidable operación de promoción.
«En 20 años, no he sentido nunca este interés (del público) por la Bundesliga», dijo, a la AFP, Adolfo Barbero, comentarista de la cadena española Movistar+.
– Todo audible –
Pero el espectáculo del sábado se anuncia extraño, con estadios silenciosos.
Los futbolistas no podrán abrazarse tras los goles. En los banquillos se llevarán mascarillas y no habrá los protocolos previos a los partidos; con los niños, los apretones de manos y las fotos.
Los jugadores y técnicos deberán vigilar sus palabras, que serán audibles.
«Voy a intentar hablarme a mí mismo y comportarme de manera socialmente aceptable», dijo el ruidoso técnico de Leipzig, Julian Nagelsmann.
¿Por qué jugar en estas condiciones que matan el encanto del fútbol? La liga alemana no lo esconde, se trata de salvar un sector económico siniestrado por el parón de las competiciones.
Jugando las nueve últimas jornadas de la temporada, los clubes recuperarán 300 millones de euros de derechos de televisión, que permitirán a varios de ellos evitar la bancarrota.
El objetivo es terminar el campeonato el 27 de junio. Pero la liga no excluye ir hasta julio, si algún club es víctima de contaminación masiva al coronavirus y obligado a meterse catorce días en cuarentena.
– Escepticismo –
Por ahora, un solo club está en esta situación, Dynamo Dresde, en segunda división. En primera, varios casos de contaminación han sido hechos públicos, aislando a las personas afectadas, pero todos los equipos siguen entrenando, con test realizados regularmente.
Esta reanudación, que suscita esperanza en el mundo del fútbol, no encuentra unanimidad en Alemania.
Este viernes, la cadena pública ARD informó de un sondeo que indica que un 56% de los alemanes no es favorable.
Y es que los riesgos no son menores. Para los jugadores primero: algunos daños causados por una infección pulmonar «pueden ser irreversibles» y provocar el final de la carrera de un deportista de alto nivel, afirmó el doctor Wilhelm Bloch, de la Escuela Superior del Deporte de Colonia.
Para limitar los riesgos, los clubes son sometidos a medidas sanitarias draconianas y los equipos obligados a aislarse esta semana. El jueves, el entrenador de Augsburgo, Heiko Herrlich, fue excluido del grupo por haber salido a comprar dentífrico, violando las reglas de cuarentena. No será autorizado a entrar en el estadio el sábado.
Otra inquietud concierne a la actitud de los aficionados, que podrían verse tentados por reunirse alrededor de los estadios.
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BORUSSIA DORTMUND