Aunque no fue una decisión fácil y hubo resistencia de algunos, todo el deporte federado suspendió sus competencias y actividades públicas, anticipándose a la prohibición gubernamental.
El Coronavirus, que hace un par de siglos habría provocado una epidemia localizada en una reducida región de China, se extendió a todo el planeta gracias a los modernos medios de transporte que llevaron a personas contagiadas de un lugar a otro, y Guatemala no fue la excepción.
Por eso era imposible seguir adelante con la rutina habitual y hubo que poner un alto con la finalidad de resguardar a los deportistas, entrenadores, personal auxiliar y aficionados. Sin embargo, esto no va a durar para siempre, ya que por ahora se mantienen en pie los Juegos Olímpicos de Tokio, además que después de Semana Santa quizá todo vaya normalizándose, lo que obligará a los atletas de todas las ramas a seguir un plan de trabajo personalizado para estar en condiciones de competir cuando las actividades se reanuden.
Ahora lo más importante es evitar nuevos contagios en Guatemala, por lo que todos debemos contribuir y, si no hay nada que nos obligue a salir, la mejor forma de hacerlo es quedarse en casa.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 18 de marzo.