El epicentro de los festejos en azul y oro estuvieron en el estadio la Bombonera, donde Boca logró un triunfo tan ajustado como obligado para conquistar el trofeo ante unos 50.000 espectadores que vivieron los noventa minutos del partido con tensión, porque al local le costó llegar al gol del triunfo, anotado por Carlos Tevez a 18 minutos del final.
Tras la victoria, los jugadores festejaron la coronación en el campo de juego, aunque la ceremonia de entrega de premios se realizará en las próximas semanas, cuando Boca vuelva a jugar como local por la Copa de la Superliga, el certamen que comenzará en los próximos días.
Minutos después, el entrenador Miguel Ángel Russo, que volvió a Boca después de 12 años y celebró su primer título tras apenas dos meses de gestión, fue sorprendido por cinco jugadores, que ingresaron durante la rueda de prensa y lo empaparon con un balde lleno de hielo y agua.
Mientras, miles de seguidores de Boca se acercaron al Obelisco, en el centro de Buenos Aires, para festejar la obtención del 34° título de Liga para los xeneizes, que con este trofeo quedan apenas uno por debajo de River en la cantidad total de ligas nacionales.
La fiesta de Boca había comenzado antes del encuentro final, con la emotiva recepción que los fanáticos le dieron a Diego Maradona, ídolo histórico xeneize que volvió a la Bombonera como director técnico de Gimnasia y Esgrima, y se llevó una larga ovación y cánticos ensordecedores que conmovieron hasta las lágrimas al ex Pibe de Oro.
«Los de arriba son gallinas/los podemos alcanzar», cantaron los seguidores de Boca antes y durante el encuentro, a la espera del triunfo necesario para completar una remontada memorable, que también incluía un tropiezo de River en Tucumán, tal como sucedió para detonar la fiesta azul y oro.