Los reglamentos se siguen retorciendo, sentando malos precedentes.
Un caso fue el partido de vuelta entre Comunicaciones y Antigua, en el que los cremas no tenían dónde jugar. El encuentro fue trasladado para domingo, a pesar que el reglamento ordenaba que fuera sábado. Por fuerza mayor se pudo programar en cualquier estadio registrado en la liga, pero se optó por abrir la puerta para que en el futuro se rompa el orden que tanto costó conseguir para las fases finales.
El otro caso es el incidente en Cobán, reportado por Mario Escobar en doce líneas, ocho de las cuales dedicó a relatar los mimos y cariños recibidos después de que le partieron la cabeza, obviando mencionar, por supuesto, que terminó el partido por falta de garantías.
En consonancia con esto, el Órgano Disciplinario consignó mal la fecha del suceso y multó a Cobán por el “lanzamiento de objetos al finalizar el partido”, tergiversando los hechos, ya que fue eso lo que provocó que terminara antes de tiempo, eximiendo con ello a los cobaneros del 0-3.
En el futuro, cuando los árbitros exijan seguridad, deben recordar que uno de los suyos minimizó un hecho grave y ayudo a que se sentara un nefasto precedente.
Este artículo también fue publicado en la sección de Deportes de Nuestro Diario el miércoles 12 de diciembre.